Este periódico escolar nace como una aventura en la que un grupo de alumnos y de profesores quieren explorar las posibilidades de las herramientas de comunicación que existen en Internet. Está abierto a la colaboración de alumnos y profesores de nuestro Instituto.
_______________________________________________________________________________________

viernes, 6 de marzo de 2009

La luz de la nostalgia

La Luz De La Nostalgia

Me desperté sobresaltada. El sudor me corría por las sienes y me empapaba la frente. La habitación era oscura, apenas tenía una ventanita donde irradiaba la luz del alba. Aparté suavemente las sabanas con intención de levantarme. Me quede sentada sobre la cama y sin darme cuenta, me anonadé en una de las esquinas del cuarto. Junto a un mueble con uno o dos adornos, se erguía la esquina, con una estela de luz reflejaba su estado húmedo y raramente vieja. Como si alguien hubiera estado allí. De repente me vino a la mente un antiguo recuerdo de mi infancia. Después de ello, me alcé, de la cama con un gemido de pesadez y medio vestida con mi camisón blanco, me dirigí a la ventana sin dejar de pensar en lo que pasó en esa parte de la habitación. Me apoyé sobre el alféizar de aquella ventana. Es un paisaje maravilloso pensé. Apenas había unos arbustos tapando la pequeña y fina playa que se abría ante mis ojos. Era temprano, no harían ni las siete de la mañana. Un resplandor se erguía con impetuosidad sobre el horizonte donde se reflejaba los dinámicos colores anaranjados teñidos del claro púrpura del alba. Mis ojos quedaron maravillados al ver semejante actuación. Con calmada tranquilidad salí de mi casa inundada de tristeza para hacerme más cerca de la playa para contemplar la imagen con más tranquilidad. Me senté acuclillada sobre la suave arena. Los vientos susurraban en mis oídos y mecían mis cabellos con cierta dulzura mientras yo, absorta en mis pensamientos, contemplaba el mar para ver como se le erizaba la superficie al llegar a mis pies desnudos y descalzados. Paseé por la playa de la bahía. Volvieron a mi cabeza esos recuerdos cuando mire al cielo, apenas un poco estrellado. Una estrella brillante me recordó a mi cachorro de perro. Me la encontré una vez paseando por la misma playa por la que ando. Era blanca con machas negras, con unos ojos grandes un poco tapados por su flequillo blanco. Una mancha le cogía el ojo izquierdo y una graciosa manchita le cubría el lomito y su colita. Por desgracia, el mar me la arrebató con gran despecho. Yo sabía que el mar sentía envidia de nuestro amor mutuo que nos teníamos, ella me quería. Apenas tenía un año cuando se fue de mi lado, ahora que estoy sola, la recuerdo con añoranza y nostalgia. Por eso al pasear por esta bahía, siento creer ver las pisadas de mi cachorro dirigiéndose hacia el gran océano que se extiende hacia el horizonte.