Pasaba por la calle, cuando de repente oí unos gritos en la oscuridad de la noche. Venían del descampado cercano a la fábrica abandonada. En ese momento no supe que hacer…
Se escuchaban los sonidos que hacen dos motos con un tubo de escape de considerable tamaño. Me quedé inmóvil.
Poco a poco me fui acercando y entre los matorrales pude ver como dos hombres con sus motos aparcadas a un lado sostenían algo. No supe con exactitud lo que era pero si me fijé en los hombres; eran altos y de aspecto fuerte, iban de negro y llevaban unas gorras grisáceas.
Al cabo de un rato logré ver que era lo que tenían, o más bien a quien tenían entra los brazos. Se llamaba Noelia y yo la conocía, estuvo con mi hermana en la guardería, pero se trasladó a un centro para discapacitados síquicos ya que tenía cierta deficiencia por haber nacido prematuramente. Mis pensamientos se esfumaron cuando volví a escuchar a Noelia gritar. Pedía socorro, pero yo no tuve el suficiente valor como para ir a buscarla.
Sabía que si la cosa empeoraba luego me sentiría culpable, pero las piernas me fallaban y no podía dar ni un solo paso. Volví a mirar y vi como uno de los hombres cogía una moto y se llevaba a Noelia forzosamente, a la vez que el otro hombre actuaba como protección.
A lo lejos divisé como las luces se perdían en la oscuridad de la noche. De repente el silencio se rompió y sonó un ruido estremecedor; Noelia se había caído y la segunda moto la había atropellado dejando sus sesos incrustados en la carretera. El hombre de la primera moto se hirió en el brazo derecho y el cómplice en la espalda, pero aún así salieron corriendo en dirección al campo. Yo corrí hacia Noelia para intentar salvarla, pero ya era tarde…o quizás no.
Cuando la tuve a mi lado pude comprobar que tenía algo en las manos, la cartera de uno de los hombres. Al examinarla vi que tenía el carné de conducir, el de identidad y unos doscientos euros.
Mientras tanto, noté como algo se movía a mis espaldas y miré hacia derecha e izquierda. Noelia no estaba. Me levanté y corrí hacia los matorrales, de donde provenía un llanto agudo y doloroso.
No entiendo como pudo desparecer esa mancha rojiza del asfalto, pero así fue. Noelia se levantó y estaba como siempre pero con unas marcas de sangre en el chaquetón blanco. Respiraba y estaba viva o por lo menos eso parecía. Intenté que se viniera conmigo a casa, pero como no quiso me deje caer en un árbol a su lado y me quedé dormida.
Me desperté a las siete de la mañana y ella ya no estaba. Entonces sin acordarme muy bien de lo que había pasado, me fui al pueblo.
Sentí que un sonido procedente de mi estómago, me pedía comida así que fui a la panadería a comprarme unos dulces. Mientras esperaba a que me atendieran, vi un cartel que me llamó la atención. En el ponía: ``Desaparecida .Se llama Noelia y desapareció hace dos días en el pueblo. La última vez que se vio, llevaba unos vaqueros, una camisa roja y un chaquetón blanco. Mide 1’65 m y tiene 16 años. Si la ven o la han visto llamen al 955224368 o al 682910450.Gracias.´´ Al leerlo, recordé lo ocurrido y fui en su busca me parecía imposible que hubiera desaparecido hace dos días si había estado con ella unas horas antes. Entonces antes de torcer la esquina la vi y la llamé pero no me habló y comenzó a caminar, curiosamente al descampado. Yo la seguí y me quedé de piedra al comprobar que mi cadáver se encontraba junto al suyo entre los matorrales. Estaba muerta .Sentí que un frío espantoso recorrió mi cuerpo y me puse la chaqueta, entonces noté que tenía algo en el bolsillo; era la cartera de los asesinos que le había quitado a Noelia. Todo encajaba. Mis amigas me habían hablado de una serie en la que la protagonista era una mujer que veía espíritus de muertos .Estos estaban aún en este mundo porque tenían una importante obligación que hacer, y la mía era darle la cartera a la policía. De este modo moriría de verdad. Corrí hacia el pueblo y llegué a comisaría, naturalmente no me atendieron, ya que no podían verme, y dejé la cartera en el mostrador principal.
Cuando me aseguré de que un policía la había recogido, volví a mi casa para despedirme de familia y amigos de una forma bastante peculiar y seguí un túnel que me llevó hacia otra vida…