COPLAS EN PIE QUEBRADO PARA ANTONIO MACHADO
Andaluz y sevillano,
unos setenta y cuatro años
han pasado ya.
Tú, que eras un hermano
te llevaron como extraño
enviándote allá.
Soledades, galerías,
tuberculosis, poemas,
despedidas.
Buscabas una alegría,
sólo hubo dolor de muelas
y una huida.
Por los campos de Castilla
caminabas con la mujer
que era tu musa.
Leonor viajaba en tu silla
por el camino del saber
nunca confusa.
Los mundos son ingrávidos,
sutiles y muy gentiles
como el jabón.
Pero seguimos ávidos
en unos ferrocarriles
sin corazón.
Institutos y colegios
con alegría y orgullo
tu nombre brindan.
Siendo tus saberes regios
a los lados de tu arrullo:
cantan, recitan.
Qué tristeza hemos vivido,
qué senderos anduvimos
sin caminar.
Qué poemas en el olvido
que nunca jamás leímos
y sin llorar.
Ante el especial gentío,
el mundano y agrio viento
ha acabado.
Mostrando todo mi brío,
os destaco el gran talento
de Machado.
Andaluz y sevillano,
unos setenta y cuatro años
han pasado ya.
Tú, que eras un hermano
te llevaron como extraño
enviándote allá.
Soledades, galerías,
tuberculosis, poemas,
despedidas.
Buscabas una alegría,
sólo hubo dolor de muelas
y una huida.
Por los campos de Castilla
caminabas con la mujer
que era tu musa.
Leonor viajaba en tu silla
por el camino del saber
nunca confusa.
Los mundos son ingrávidos,
sutiles y muy gentiles
como el jabón.
Pero seguimos ávidos
en unos ferrocarriles
sin corazón.
Institutos y colegios
con alegría y orgullo
tu nombre brindan.
Siendo tus saberes regios
a los lados de tu arrullo:
cantan, recitan.
Qué tristeza hemos vivido,
qué senderos anduvimos
sin caminar.
Qué poemas en el olvido
que nunca jamás leímos
y sin llorar.
Ante el especial gentío,
el mundano y agrio viento
ha acabado.
Mostrando todo mi brío,
os destaco el gran talento
de Machado.