Este periódico escolar nace como una aventura en la que un grupo de alumnos y de profesores quieren explorar las posibilidades de las herramientas de comunicación que existen en Internet. Está abierto a la colaboración de alumnos y profesores de nuestro Instituto.
_______________________________________________________________________________________

miércoles, 22 de mayo de 2013

Concurso de Relatos 2013 - Categoria B: Algo nuevo de que hablar

ALGO NUEVO DE QUE HABLAR

Una de las cosas mas agobiantes es encontrarte nuevo en un sitio extraño, sin conocimiento, sin idea de que te vas a encontrar, sin saber que va a pasar con la gente a tu alrededor. Todo ello se agrava cuando no es normal tu llegada...

Sales de un sitio, maravillado porque ya no tienes que aguantar todo lo que dejas atrás; y te encuentras en otro, y te ves raro, en mi caso más raro aún de lo que soy. Te ves sumergido en un lago, lleno de tiburones. Estás agobiado, te miran todos con una cara muy extraña, parece que a la espera de que hagas un pequeño movimiento para saltar hacia ti y hacerte sufrir sin piedad. Y de repente, tras los muros, ves la luz. Es el momento en el que a alguien se le ocurre hablarte. Entonces esa sensación de agobio que te inunda se reduce un poco.

Una simple sonrisa, y ya crees que todo parece que va a ir bien. Poco a poco te ves integrado en ese extraño y nuevo sitio, pensando que ya eres uno más. Haces conocidos, de conocidos a algo más conocidos, de algo más conocidos a amigos, y ahí, en algún caso, encuentras a gente maravillosa, desde un extranjero que no tiene nada en común contigo y resulta ser de lo mejor que te vas a encontrar, hasta gente comprensiva, que se esfuerzan y te tratan bien, cogen confianza contigo desde el primer momento y percibes que son bellísimas personas.

Nada puede ir mejor hasta que un simple día deciden hacerte la vida imposible. De un día para otro comienzan a tratarte mal, te insultan, te critican con las peores palabras que has escuchado nunca, y eso te duele. Tratan de hacerte de todo sin ningún motivo. En ese momento ves que todo lo que habías construido tan rápido y fácilmente se desmorona, como la casa que cae tras un huracán, soportando bajo su techo el miedo y la alegría de una familia asustada. Y no sabes ni siquiera por qué. La gente te da la espalda, apenas nadie te apoya, ese amigo tuyo que hiciste te abandona, no contesta tus mensajes, no te habla. Estás muerto para él. Algunos no te defienden por miedo, por miedo a que le tomen a él como un igual tuyo, por miedo a que le hagan pasar lo mismo que te están haciendo pasar a ti, y todo lo que creías tener se desvanece como un rayo de luna. Y nadie hace  nada. Al menos hay una persona que se preocupa por ti, pero no es suficiente, por mucha ayuda que te preste esa persona no se puede luchar contra tantas personas a la vez. Y con el paso de los días, esa persona, que era tu apoyo, desaparece.

Ese momento es cuando descubres que saliste de un sitio horrendo pero más controlado que a donde fuiste a parar. Y sientes de todo por el cuerpo. Es tu futuro, y hay gente que por diversión te lo quiere destrozar.

Te encuentras en un pasillo sin salida, con un solo espejo delante que refleja tus fracasos. Pierdes la esperanza, lloras, porque todo lo que haces es un fracaso, tu vida misma lo es, y no tienes dónde ir, porque sientes que hagas lo que hagas vas a fracasar una y otra vez sin lograr absolutamente nada.

Pero de repente tras ese espejo ves una puerta, una una salida hacia algo nuevo y a la vez conocido. Algo que se repite, volver a un sitio nuevo, y sientes que ya no sabes si va a ir bien, si va a ir mal, si te hablarán, si serán comprensivos, si no volverán a romperte por completo. No tienes ni idea, sólo sabes que estás asustado, porque sabes que no hay una tercera oportunidad para que te acepten y no te destrocen la vida. Ese es tu nuevo sitio y debes quedarte allí, pase lo que pase, no hay vuelta atrás.

Imaginas que llegarás, pasaras varias horas entre soledad y miradas extrañadas, en el mejor de los casos, si no te obligan a contar tu vida o cómo eres ante tanta gente, gente que no conoces de nada, y a las pocas que sí, no quieres estar detrás de ella todo el rato, así no puedes estar bien en un sitio. Hay que integrarse, pero visto lo que has vivido antes, te ves incapaz, te cuesta mucho.

No sabes si intentar poner de tu parte o quedarte solo, cerrado ante todo el mundo, que no sepan nada malo de ti, pero tampoco nada bueno. Dudas de cada palabra que dices, por miedo a que siente mal a alguien, y así volver a ser algo nuevo de qué hablar.

Pero eso es solamente una imaginación. La realidad puede ser mejor. O peor. Mucho peor.